Equipos de protección para electricistas

El punto más crítico a proteger es siempre la cabeza. Uno de los principales EPIS para trabajos eléctricos es el casco de seguridad para electricista. La seguridad para la cabeza en el sector eléctrico debe tener una doble consideración: ofrecer seguridad contra riesgos de golpes y caídas y contra los peligros de descargas eléctricas.

El casco de seguridad es la piedra angular de los EPIs en la mayoría de sectores, sin embargo, en el sector eléctrico además de preocuparnos de caídas de objetos y golpes, se debe tener en cuenta que no nos transmiten la electricidad de un conductor a la cabeza.

Los cascos aislantes eléctricos deben siempre estar homologados por la Norma EN 50365, que garantiza el aislamiento en un ensayo de tensión de prueba a 5 kW y un ensayo de tensión soportada a 10kW.

Todos los cascos de electricista de Worok proporcionan además las respectivas protecciones mecánicas contra golpes y caídas de objetos.

Los arcos y cuadros eléctricos emiten una continua radiación de la que se debe estar siempre protegido. Por ello, las pantallas faciales para electricista son equipos de seguridad imprescindibles. Deben proteger tanto de contacto con arcos eléctricos como de los haces de luz que puedan ser dañinos.

La herramienta más imprescindible de cualquier electricista, son sus manos. Los trabajos eléctricos muchas veces son precisos y requieren de pequeñas operaciones manuales. Por ello los guantes de electricista deben proteger de todo tipo de descargas y asegurar una correcta ergonomía que permita trabajar con soltura y precisión.

Los guantes de protección eléctrica permiten manipular cables y conductores sin riesgo de electrocuciones. Son considerados EPI de categoría III, es decir; equipos que protegen de daños muy graves e incluso la muerte, por lo que nunca se deben dejar de utilizar en este tipo de trabajos.

Para poder comprar el guante dieléctrico correcto se deben conocer algunos factores, como su clase, que indicará el voltaje que resiste, su resistencia mecánica, o si necesita de utilizarse con un sobre guante o bajo guante.

Muchos guantes de electricista protegen exclusivamente de descargas eléctricas y presentan un problema de resistencia mecánica. Generalmente son guantes de goma no muy resistentes a pinchazos o cortes. Si un elemento conductor corta el guante, aunque sea poco, y éste entra en contacto con la mano, la descarga llegará como si no se llevaran guantes. Es por ello que se recomienda siempre cubrir estos guantes con sobre guantes de electricista que aportarán una protección mecánica extra.

Si es posible o lo recomienda el fabricante, un bajo guante de electricista aportará también una protección adicional y evitará que en caso de quemadura, la goma del guante se adhiera a la piel.

Las botas de seguridad para electricistas son uno de los equipos más utilizados en el día a día de casi todos los sectores que trabajan con electricidad. Igualmente se debe diferenciar y no confundir el calzado aislante, el conductor y el antiestático.

Por supuesto los electricistas no están libres del peligro de caídas de objetos pesados o incluso conductores. Por ello, siempre se debe contar con botas dieléctricas que aseguren el aislamiento eléctrico de la totalidad del pie y brinde protección mecánica frente a golpes y caídas de objetos.

Este tipo de calzado tiene un límite inferior y superior de resistencia. Esto hace que el límite superior no cargue demasiada electricidad, evitando la acumulación electrostática y peligros en ambientes explosivos o manejando sustancias inflamables o explosivas. El límite inferior protege al trabajador en atmósferas explosivas, aunque siga existiendo riesgos de descargas eléctricas reducidas.

Están recomendados para el uso habitual y trabajos eléctricos, pero siempre teniendo en cuenta la resistencia que se necesita.

En ocasiones es común confundir el calzado conductor con el calzado de protección para el electricista, dado que ambos protegen de situaciones eléctricas, sin embargo, estos dos tipos de calzado son casi lo contrario. El calzado conductor presenta una resistencia muy baja (menor de 100 kΩ), lo que minimiza la carga eléctrica acumulada. Esto lo hace indicado para evitar peligros en atmósferas explosivas o inflamables, ya que reduce la posibilidad de pequeños chispazos. No son indicados para un uso habitual ni para trabajos eléctricos con riesgo de descarga.

Los trabajos eléctricos en alturas son unos de los desempeños más comprometidos para el electricista. Un trabajo en un poste eléctrico, por ejemplo, debe contar con todas las protecciones anticaídas, además de ser todas ellas aislantes, ya que de nada servirán todos los EPIs si una cuerda o el arnés conduce la electricidad de un generador.

Tan importante es que el trabajador esté protegido, como que el entorno esté correctamente asegurado. A veces proteger el lugar es más importante que protegerse a uno mismo. Equipos como alfombras dieléctricas o cortinas aislantes son equipos de seguridad que no se deben pasar por alto.

Las alfombras de aislación eléctrica protegen a trabajadores y operarios de descargas eléctricas, además de las protecciones propias de una alfombra de seguridad, resistencia a los resbalones, ergonomía, etc. Igual que en el caso de los guantes, se debe conocer la clase necesaria en función del voltaje al que protegerse.